Resumen
Las algas en la piscina son un problema común que afecta la calidad y apariencia del agua. Aparecen por desequilibrios en el pH, poca filtración, altas temperaturas o falta de mantenimiento. Existen distintos tipos (verdes, amarillas y negras), cada una con características y tratamientos específicos. Para prevenirlas, es clave mantener el nivel de cloro, controlar el pH y asegurar una buena filtración. Si ya están presentes, se recomienda un tratamiento de choque con cloro, cepillado, aspirado y uso de floculantes. Un mantenimiento constante ayuda a mantener la piscina limpia y libre de algas todo el año.